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ELEGIR TUS PLANTAS Y EL PAISAJISMO


Adaptación al clima:

Las plantas, como seres vivos que son, se comportan ante el clima de formas muy diversas y que dependen de numerosos factores, por lo que su encasillamiento en grupos definidos en cuanto a su resistencia al frío, que es uno de los principales factores limitantes para su cultivo, es una tarea algo complicada. Ahora bien, sin duda es posible hacer grupos en función de su tolerancia a unos mínimos de temperaturas por debajo de los cuales su cultivo comienza a ser problemático, deteniéndose el crecimiento, sufriendo daños, en ocasiones irreversibles, o llegando a la muerte.


Por todo ello, para encasillar a las plantas ornamentales en grupos en relación con su resistencia al frío, se han definido las denominadas zonas de rusticidad, basadas en la media de las temperaturas mínimas absolutas alcanzadas durante un período de años lo suficientemente amplio.Fue en Estados Unidos donde comenzó a utilizarse el método elaborado en 1960 por el Departamento de Agricultura, revisado y modificado ligeramente en 1990, el cual divide a Norteamérica en 11 zonas, con tramos de 10 ºF, equivalentes a 5,5 ºC, comenzando con la zona ártica (zona 1), con temperaturas medias mínimas por debajo de -45 ºC y finalizando en la zona subtropical (zona 11) de México, con temperaturas medias mínimas por encima de 4 ºC. Estas temperaturas medias mínimas para cada zona están basadas en las temperaturas mínimas registradas durante un período de 60 años. Las zonas de rusticidad pueden precisarse aún más si dividimos cada tramo en dos subzonas, denominándolas a y b.En España solo conocemos los trabajos realizados por Francesc Navés et al. (1992. El árbol en Jardinería y Paisajismo. Ediciones Omega), quienes confeccionaron un mapa isotérmico de España y Portugal de temperaturas mínimas absolutas basándose igualmente en los datos de temperaturas medias de las mínimas absolutas procedentes de las estaciones agroclimáticas distribuidas por toda la Península, aunque los datos disponibles solo abarcaban el período 1960-1977, mientras que para la confección del mapa actual de la fig. 1 se han tenido en cuenta datos para el período 1960-1996, publicados por el Instituto Nacional de Meteorología. Estos autores contemplaron 10 zonas climáticas, con intervalos de 3 ºC, desde la zona 6,5 con temperaturas entre -21 ºC y -18 ºC hasta la zona 11, con temperaturas entre 6 ºC y 9 ºC, diferenciándose igualmente en esto de nuestro mapa, en el que se han contemplado intervalos de 5-6 ºC, aunque como ya dijéramos, estas zonas pueden subdividirse en subzonas, tomando intervalos menores de temperaturas.

Estas zonas de rusticidad no son del todo uniformes y existen áreas más cálidas o más frías dentro de una misma zona, dependiendo principalmente de características topográficas tales como altitud y/o proximidad a la costa. Hay que aclarar, igualmente, que las zonas de rusticidad están basadas solamente en la media de las temperaturas mínimas absolutas, y no tienen en cuenta los valores extremos que podrían darse en un momento determinado, como los ocurridos este invierno pasado, ni otros factores que también podrían afectar al cultivo de las plantas, como son humedad ambiental, vientos o pluviometría.


Por tanto, y en definitiva, las zonas de rusticidad pretenden indicarnos que plantas pueden o no ser cultivadas en una u otra zona, y su representación en un plano nos permite observar, de una forma visual y rápida, que zonas permiten el cultivo de las mismas plantas en razón a su tolerancia al frío, sin tener en cuenta otras consideraciones.1.2. Requerimientos edafológicos e hídricos.El suelo es un sistema complejo y dinámico con 4 componentes básicos:

a) Materia inorgánica o mineral, formada por piedras, arena, limo y arcilla. La proporción en que se encuentran cada uno de estos materiales define la textura de un suelo y la forma en que se agregan definen su estructura. b) Materia orgánica, formada por materia en descomposición y organismos vivos, que aportan nutrientes, mejoran la estrucura del suelo y ayudan a mantener la humedad y la fertilidad. c) Aire, que se mueve a través de los poros, proporcionando oxígeno a las raíces. Cuanto más compacto es un suelo peor es su estructura y menor es su porosidad. d) Agua y nutrientes en disolución, que también se mueve a través de los poros, afectándole de igual forma negativamente la compactación. Una buena textura y estructura con una porosidad adecuada incide de manera notoria sobre el desarrollo de las plantas.

FQM

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